31 may 2017

DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y RESIDENTES EXTRANJEROS.




Una jornada completa y estupenda la de ayer: todo el día entre periodistas, geógrafos y grandes investigadores del turismo. Se pueden imaginar… 

La Cátedra “Pedro Zaragoza Orts” reunía en Benidorm a representantes de cuatro universidades (Alicante, Málaga, Algarve y Federal Do Rio Grande) para desmenuzar el proyecto de investigación “Medios de Comunicación y Construcción Europea” que ha servido para radiografiar a los residentes extranjeros de la franja sur peninsular desde la Costa del Sol Oriental hasta el Algarve, para después entrar en los entresijos de los Medios de Comunicación para extranjeros en la Costa Blanca. Dos partes netamente diferenciadas en la estructura de la exposición y que, en ambos casos, dio juego.

Me sentía feliz porque estaba en mi terreno: desde occidente a oriente ha estado en todos estos frentes. Atrás queda mi experiencia -aquello fue en los 80- del Algarve con viejos amigos como aquél político-empresario quera era Cabrita Neto, que se empeñaba en que la emisora que dirigía -Antena 3 Costa de la Luz- centrara sus objetivos hasta la Punta de Sagres, o de mi breve paso por la emisora de Málaga -con el “incidente” de los chanquetes en El Palo que una vez reflejé en este blog- hasta mis años en activo en Radio Benidorm y la experiencia que me viene regalando la vida en esta tierra.

Sí, en esto -Medios de Comunicación para residentes extranjeros- Málaga nos lleva la delantera: la primera cabecera es de 1915 (“Los Aliados”; es que media Europa se estaba dando mamporros -IGM-). Y a Málaga se la lleva Tenerife con su “The Tenerife News” (1891), pero es otra historia. De Málaga, la experiencia de 1963 -Lookout Magazine- es sin lugar a dudas el mejor historial clínico de la evolución malacitana como gran y excelente destino turístico. Desapareció en 2002, pero aún se le añora. Málaga llegó a haber 124 cabeceras de medios de comunicación exclusivos para residentes extranjeros. La crisis ha hecho mella y ahora mismo “sólo” operan 91. La profesora Laura López y los investigadores Genoveva Novas, Ashley Jáñez y Antonio Cuartero diseccionaron todos los aspectos malagueños y Kate Torkington y Filipa Perdigao hicieron lo propio con el Algarve.

La radiografía del turismo residencial de la franja sur estuvo en manos de geógrafos -Jesús Delgado y Juan Fco. Sortino- hasta llegar a la representación cartográfica del conjunto y avanzar sobre la minería de datos que se abre a partir de ahora.

El profesor Tomás Mazón, director de la Cátedra, se centró en el análisis de lo que no debió ser en la franja Sur de la provincia con un análisis que hoy cuentan AlbaMercader en Alicante Plaza y Sol Giménez en el DiarioInformación.

Y después nos zambullimos en una mesa redonda, lo más alargada que he visto. Hans Scheegluth (CB News y CB Nachrichten), James Parkes (CB News), Stefan Kippes (CB Nachrichten), Michelle Baker (Round Town Times), Lidia Bogomolova (por Mujeres de Habla Rusa) y Siri Lund (por los medios noruegos). Moderaba Alba Mercader.


Sería complicadísimo resumir lo mucho que aportaron sus testimonios. Sí una frase: “Nuestros periódicos no llevan banderas; llevan le lengua, el consejo y la información que precisan”. No puedo adjudicarla a nadie en cincreto; tal vez Hans, tal vez Michelle. Aquello era una auténtica y fantástica lluvia de experiencias.
Aporté el toque aborigen, autóctono si se quiere, y la apreciación del Medio Radio en el que por 18 años conocí los tres territorios a estudio. Aquí, la prensa para extranjeros comenzó con “Le Courrier du Soleil” de los ‘pieds-noir’ en diciembre de 1965 y que declinó con el calendario en 1967. La experiencia de Canfali en 1971, con Brian J. Summer: 13 números. Y el nacimiento, a partir de 1973 de las cabeceras de Costa Blanca News o Hier in Spain y el resto.

No sé cuántos medios son ahora, muchos, pero sigo encontrando en ellos los objetivos de aquél pionero que fue Brian Summer: “transmitir a los residentes la actualidad en lo referente a leyes y regulaciones más importantes de la economía, vida social y política española que pueda afectarles, y la de la forma más resumida posible; e interpretar el ambiente existente y transmitirlo a los lectores para que puedan sacar más provecho y comprender por qué son “distintas” las cosas aquí”. Esto lo repetía Brian Summer como una letanía. Y hoy lo sigo encontrando como verdad.

Yo planteé que “lo suyo” es un periodismo de servicio que cubre necesidades concretas de los residentes en un paisaje donde la lengua (el español; ¡y no te cuento el valenciano!) y las costumbres les crea un ambiente inicialmente hostil. Les ofrece claves para desarrollar su día a día. Tal vez no reflejen la actualidad de lo cotidiano como “nuestros otros” Medios de Comunicación, pero les dan pautas para desarrollar su vida entre nosotros. Es que estoy híper-mega-convencido de que -y más hoy en día con la Internet, el vía satélite, los medios tradicionales que les llegan en el mismo día y las redes sociales- que la información “general” la completan por otras vías.

No sé: en principio, no son un instrumento que sirva de altavoz de sus demandas sociales. Ni siquiera son un instrumento de control político y foro de debate de asuntos públicos, pero el caso es que -y lo dijo Michelle Baker- son su Biblia: todo lo que necesitan saber para vivir bien y pasárselo mejor está en ellos. Y es que, por lo general, no pueden competir con los, digamos, “medios tradicionales” en papel porque no pueden competir en rapidez informativa, y eso que todos han desarrollado ya plataformas digitales y aplicaciones para dispositivos móviles, pero jugamos con el factor edad y con el principio de relax.

Y sí, Hans, “la prensa en papel vive por el tiempo de que dispones”… y los residentes extranjeros disponen de él.

Reflejé aquellos años de Radio Benidorm donde Peter Dieckman reunía en torno a él al mundo holandés, Alan Taylor al británico, Yvette Pareille al francófono, una alemana (que no recuerdo el nombre) hacía lo propio “con los suyos”; como el noruego. Cinco espacios para cinco comunidades. Ahora, de aquello, no queda nada, pero en Internet y en dial hay infinidad de medios radiofónicos y en casi todas las lenguas.

Necesitaría una serie de Post para reflejar fielmente lo mucho y bueno que ayer aportamos en aquella estilizada mesa redonda. Espero que le sirva al proyecto de investigación.

Al menos, el grupo disfrutó Benidorm y… se llevaron un “cálido” recuerdo.


25 may 2017

I'M MANCUNIAN




Tiempo sin escribir; me hacía falta un detonante. Me duele Manchester.

Cuando veía reacciones ante sucesos luctuosos de gentes de todo el mundo que se sentían de París, de Niza, de Bruselas o de Londres, como un día lo fueron de Nueva York o Madrid, yo me preguntaba por la razón de aquello sin obtener más respuesta que esa que siempre esgrimo: la condición humana, que es capaz de todo, de lo malo y de lo mejor.

Desde el atentado, yo me siento mancunian. Ajeno a todo iba a salir a trotar cuando oí por la radio el estruendo del número de víctimas y la herida en el corazón de Manchester. I’m mancunian.

La de horas quye pasa este tío en Market Street… Impertérrito, como la ciudad

Ahora lo entendía. Yo he sido durante dos años, por escapaditas de fin de semana y puentes, por Navidades y Semana Santa, por unas semanas de verano, un mancunian más. Y sólo al final, desde aquella quinta planta del edificio blanco de la Universidad de Salford que se asoma al gran meando del Irwell, decidí que ya estaba bien, que había que aprender inglés… y en ello estoy… y no tan bien como quisiera, que el hablarlo me impone y el escucharlo me descoloca.

 Al principio, lo reconozco, Manchester resulta un poco áspera -incluso fea- pero como te metas en poco en la piel de la ciudad, ya se te hace agradable ese continuo contraste entre el Manchester de Revolución Industrial y el de hoy, moderno y vanguardista. Siempre está en obras; siempre a mejor.
Comencé mi periplo en Fallowfield, en la zona de estudiantes: Filey Road y sus interminables hileras de casitas bajas. Mucho autobús, desde Wilmslow Road, aunque un día me lo hice andando -y es un tirón- y la “milla del curry” deja sentir sus efluvios. Sin problemas ni para comprar, ni en el pub: cuatro nociones elementales te salvan la vida. Los mancunian colaboran.

En un autobús y con dos maletas me hice el traslado en cuatro viajes. Al poco ya estaba en Princess Street, en el 30, junto al Ayuntamiento, frente a Faulkner Street que te hace cruzar el arco del barrio chino y a diez metros de la Art Gallery que se dejaba ver, más en invierno -por el frío- que en verano. Sólo un esbozo de calle me separaba del Arora, un hotel frecuentado por tripulaciones aéreas. Una docena de pubs y restaurantes, dos supermercados y acceso a todas las líneas posibles de bus y tranvía. Y a cinco minutos a pie de Picadilly Gardens, del Manchester Arndale y de Printwords y la catedral. Y del Museo del Fútbol, por el que nunca sentí el más mínimo interés, pero que es un hito y lo cito.

Para mí el hito es el puente hiperbolide que cruza Corporation St., desde Selfridges & Co a otra de estas monumentales tiendas. En Benidorm tengo otro hiperboloide y… ya lo he contado en varios post. Me gusta; lo adoro.

Yo era más de coger Deansgate “punta adelante” hasta Castlefield y los docks de los viejos canales, hoy casi un parque de agua. Tenía mis hitos por el camino: The Botanics, por ambiente; John Rylands Library, porque me atrae esa mezcla de gótico y piedra oscura que encierra maravillas; la parte nueva de la arquitectura de cristal y los grandes edificios de oficinas que encierran sorpresas (como The Oast House); y tras dejar el Instituto Cervantes a la derecha, alcanzar por Liverpool Road las viejas huellas de la Mamucium romana de Julius Agricola y la mágica estructura del MOSI: primero al pabellón de la aviación, para luego penetrar en las entrañas de la Revolución Industrial, el ferrocarril, la máquina de vapor, el primer gas y hasta en las alcantarillas. Es el mejor museo que he visto nunca. Lo he pasado como un niño también en la Biblioteca central -el caso es que leer inglés, leo; el problema es hablarlo- y sus exposiciones. 

Y cuando iba hacia Picadilly Gardens paraba en The Portico -buena Stout- y en The Alchemist –nivel, Maribel-, y en bus hasta Trafford, un tirón. Me encantaba pasear por MediaCity UK Studios y una vez al Trafford Center; ¡Uf! Tampoco soy de ir a los estadios de fútbol y allí no estaba uno para tener el corazón partío entre reds y blues.

Más de una vez me fui hasta Sackville Gardens y el Alan Turing Memorial después de haber contemplado aquella máquina que acabó con los nazis. Allí, ante the bacon of hope he contemplado la calle canal y entendido muchas cosas. Cada mañana pasaba por el cenotafio que recuerda los caídos en la IGM; amapolas, siempre rojas amapolas con crespón negro. Manchester recuerda. 

Y yo recuerdo de Manchester que un Wetherspoon nunca falla y que los martes son el mejor día para las 14oz Aberdeen Angus rump steak -eso no se olvida- y que siempre hay una cerveza -o una sidra- interesante; que los viejos pubs de Kennedy Street me parecían más tradicionales y típicos; que Marbre Arch colmó todas mis ansias y la Feria de la Cerveza fue inolvidable; y que no hacía falta irse tan lejos porque frente al Ayuntamiento, en Dutton, tenían una Manchester Pale Ale muy potable; y en “la lechuga y la oruga” (que es muy raro de decir en inglés) había clase. Que Crown & Anchor es mejor que los que salen en los folletos y están al lado. Que me gustaba comer en Miller & Carter; había un camarero andaluz que era la monda (y así no había forma de aprender inglés). Y un poco más adelante, en las galerías del Royal Exchange Teather, visitar una tienda de whiskys y cigarros fuera de serie; de ahí me traje el último Penderyn. 

Y que allí la noche era pura Panacea (Panasía, en su hablar).

Que soy muy mancunian y que ando dolido por una afrenta a una ciudad que si bien no impresiona, vale mucho. Asido al báculo de la esperanza, ¡Va por ustedes mancunianos!




11 may 2017

DE TURISMO 4.0 EN BENIDORM




Comenzó bien Nuria Montes, secretaria general de HOSBEC, al dar la bienvenida esta mañana a la Jornada Turismo 4.0 -y ahí estaban los de IMF Business School que el día 8, en Madrid, llamaba a su jornada similar Turismo 3.0- cuando nos despertó, sin golpe de café, con un golpe de sinceridad: “quién no acepte y gestione el Big Data se quedará fuera del negocio”.

Salvador Martínez, director de Economía 3 -“revista seria, aunque dicen que aburrida” que es lo primero y no es lo segundo- y organizador de la Jornada dijo que “para aprender hay que estar con los mejores y que en Turismo, los mejores están en Benidorm”; “un caso único”, apostilló.
En el ambiente flotaba una máxima: ante lo Martínez calificó como ‘shock tecnológico’, “el modelo de negocio tiene que cambiar y los profesionales tienen que adaptarse”. Y para eso la Jornada Turismo 4.0, digitalización y profesionalización.

De lleno, al primer bloque.

Mario de Felipe, de SISTEL (Consultoría y Servicios Informáticos) nos metió de lleno en la 4ª Revolución industrial, la de la Internet y los dispositivos móviles que acaban cambiando la sociedad y los negocios sobre tres tecnologías clave: big data, cloud y data science. Y los explicó, lo que excede del cometido de este Blog. Y como si de un Expediente X se tratara, nos dijo que “los datos están ahí fuera; ahora tenemos la posibilidad de utilizarlos, de saber más de cliente; pero hay que saber sacarle valor a los datos”. Y ahí entran ellos. La cuestión es averiguar patrones y capturar datos -“Internet es volátil”- lo que le llevó, no ya a la minería de datos sino a una refinería de datos, cuál si de zaíno crudo petrolero se tratara, pero es que los datos son petróleo, oiga. Hay que entender lo datos, hay que conocer al cliente a través de ellos, hay que predecir la demanda, detectar el fraude y optimizar los aprovisionamientos y costes.

Rafael Mesa, de IMF Business School, salió en tromba; el reloj mandaba. Nos contó que hacía 41 años había venido a Benidorm para comprobar cómo funcionaba uno de los tres baluarte del turismo de entonces: Benidorm, junto con Puerto de la Cruz y Torremolinos. 41 años después considera que “Benidorm es el ejemplo de mantener el éxito; está magnífico y esplendorosamente vivo” recordando que otros han muerto de éxito. Considera que “Internet el invento más grande para la Humanidad desde la rueda”, lo que le lleva a señalar que “el cambio fundamental del turista de hoy es la conectividad” con lo que nos llama a estar ojo avizor porque la “la experiencia digital va por delante de la presencia física” –vemos en Internet y decidimos mucho antes de ir al lugar- y en esto tenemos que ponernos las pilas. De Rafael Mesa es también la reflexión de que “hay que atender a la tribu, porque son fieles” y en ese peldaño de la escalera, el de la tribu, podríamos haber echado la mañana. Pero nos centramos en el tema y se animó a darnos la clave del mañana -ya hoy-: “anticiparnos a lo que quieren los turistas y darles lo que no se esperan”.

Una de sus muchas advertencias -sobre los millennials- me dejó un tanto perplejo. Ya sé que “adoran sus pantallas táctiles” pero no tenía ni idea de que “odian el servicio personal”, con lo que advirtió que en el futuro, “el 60-70% de los servicios deberán ser automáticos”. Ahí, me quedé rumiando el concepto. Ojo, coincido en, que “el negocio está en repetir la venta” y no sé yo si tanto automatismo… ya sé que algún hotel de Tokioha puesto un robot en la recepción, pero… En fin, “el turismo, también sentenció Mesa, es la gestión de dos elementos escasos: el dinero y el tiempo libre del turista” y hay que ser muy respetuoso con eso. Es la frase del día; luego la repitió el alcalde en la clausura.



Por cuestión de espacio en el Post tengo que ser breve en el resumen. David Devesa -que Devesa y Calvo también patrocinaban la jornada- animó a una mejor gestión de la empresa familiar y señaló que “en las mejores playas urbanas del mundo”, las de Benidorm, “el 89% de las empresas turísticas son familiares” y que hay que poner en marcha en Protocolo de Empresa Familiar que ayuda mucho. Diseccionó el proceso de las etapas, las generaciones y el desarrollo empresarial, la tecnologización y la profesionalización con todas sus consecuencias. Fue el más dinámico. Tras diagnosticar el problema nos ofreció el antídoto: “comunicación y planificación”.

Nos habíamos ido de hora ya a esa altura de la jornada. Por ello, los parte de los ejemplos brilló poco. Unos, por falta de luz y lo poco que alumbraron; y otro porque dos destellos cegaron. Hubieran necesitado más del doble de tiempo de exposición para hacerlos llegar; aunque a alguno le sobrara más del triple del tiempo que empleo en repertirse. Lo mejor, la formulación de las preguntas de Salvador Martínez a los ponentes; mucho mejor la pregunta que la respuesta en tres de los casos. No lo tenían preparado, porque repetir y repetir lo del camping y lo de las 5 fantásticas “E” de un gran proyecto, que lo es, y lo de “repensar la burocracia” y “desarrollar una cultura de liderazgo” es algo que tenía que estar ya en marcha.

La clausura contó con el presidente de Hosbec, Toni Mayor -que le está cogiendo gustillo a dejar mensajes-, el alcalde de Benidorm, Toni Pérez -“venimos a aprender; sigan enseñándonos” cuando venía de estar en Madrid con la UNWTO sobre los destinos inteligentes y hemos testado la norma española; o Leire Bilbao que venía de hacer “bolos” por las universidades- y el Secretario de Turismo, Francesc Colomer, que apuntó novedades sobre debate en el Parlamento Europeo de la cuestión de la “economía colaborativa”, ayudas al sector y advertencias sobre “el lado oscuro de la Revolución digital”, para cerrar con un “el rey es el turista… aunque uno sea republicano”. Aún se le escapó algo así como un “no me podía imaginar que yo cerraría un acto con la palabra ‘rey’”. Y lo cerró.

Interesante la jornada.