30 oct 2015

¡POR FIN!: EL MERECIDO HOMENAJE A JUAN PORTOLÉS


Ayer tarde fue un momento de reencuentros con grandes amigos y excelentes profesionales. El motivo: el homenaje que a Juan Antonio Portolés Juan le había organizado su “hermanoMario Ayús y al que nos sumamos un buen número de compañeros que lo conocimos, lo tratamos y aprendimos de él. También estaba presente la familia de Juan, Juan Portolés Juan, JPJ; capicúa.

Algunos tuvimos la oportunidad de dirigir unas palabras, pero otros muchos estaban en el Salón de Actos del Ayuntamiento de Benidorm testimoniando con su presencia su afecto por Juan. No sé, destacaré al menos a Alfonso y Antonio Puchades, el cónsul noruego Jan Arild Nilsen, el promotor Cecilio González, el maestro Rafael Doménech, el gran Pepe Andreu, desde Torrevieja y en silencio, o la simpar Camino Herreros. Me dejo sin citar, por sufrido espacio, a muchos buenos y grandes amigos de Juan que, desde que lo conocimos, han sido nuestros.

Abrió el acto un audiovisual con material gráfico sobre su vida al que puso voz Manolo Abad, director de Radio Sirena, contándonos todo eso del Movimiento Artístico del Mediterráneo, del Grupo Parpalló, de los CIT’s, de Fomento del Turismo, de la ExpoTur… y todas esas cosas de las que había sido miembro y/o fundador Portolés. Presentaba, Juanjo Vidal, el compañero periodista que relató también el momento en que conoció a Juan. Miguel A. García Brera, su profesor en la facultad, le animó a aceptar una oferta de trabajo en el Diario HOY, que editaba y dirigía Portolés. “Si vienes, te quedarás; y aquí sigue Juanjo, que hasta ha formado aquí su familia.

Abrió el turno de intervenciones Juan Antonio Calabuig, presidente de la Asociación Valenciana de Periodistas y Escritores de Turismo, quien, tras glosar su figura, propuso que fuera nombrado Hijo Predilecto de Benidorm y un premio con su nombre. Portolés nació en Valencia, en la Casa de las Rocas.

Acto seguido, María José De la Rubia, directora de la revista Golf Costablanca, efectuaba su breve semblanza de aquellos días de trabajo y éxitos junto a Juan. Ella y Alberto Urbiola, quién luego intervendría, componían con Juan el trío visible de tantas y tantas iniciativas que poco a poco fue lanzando Juan. María José fue emotiva -“Juan, se te quiere y se te extraña”- y entrañable; terminó con una de las frases de Juan: “habéis tenido mucho gusto de estar conmigo”.

José Tomás Lozano, director de KM625, vino desde Alicante para recordar peripecias promocionales a través de Onda 0 y otros medios; o de cuando sacaron a “pasear” el viejo autobús de la serie “La Alquería Blanca” a hacer la ruta por los pueblos montanos de la Marina Alta.

Desde Valencia, Toni Sanchís rememoró la figura de Portolés. Pasó por su estudio fotográfico, abierto en 1901, y forma parte de la galería de personas ilustres que por allí han pasado. Merece la pena dejarse caer por Serranos 27; un museo de la fotografía. Y puso voz Toni a las palabras que envió Rafael Brines, otro de los históricos del periodismo valenciano que no pudo desplazarse hasta Benidorm ayer.

Y llegó el turno a Alberto Urbiola, director de Es-Radio Gandía que durante años fue la mano derecha de Portolés: “Éramos un pequeño equipo capaz de hacer grandes cosas”. Eran los tiempos de CRINTUR y TURMARKET… y de poner la Costa Blanca en órbita, como hicieron. Algún chiste malo, made in Juan, y muchos recuerdos emocionantes a flor de piel.

Juan Riera, estuvo llamando: se iba retrasando en el viaje y no llegaba a tiempo. Mandaba sus saludos, como Gema Amor, Agustín Navarro o Matías Pérez Such que no podían sumarse a tiempo al acto. Desde Hamburgo, Humberto Armas, hacía lo propio. Desde Londres, José María Díez enviaba su mensaje, que leía Vidal. Es que muchos no pudieron estar con nosotros.

Esteban Gonzalo Rogel, secretario de AVPyETUR, también puso ante el micrófono sus recuerdos de un tiempo profesional junto a Juan, y trasladó las palabras de Pepe Soler Carnicer, otro de los grandes escritores valencianos, relator de crónicas populares y viajes al interior, que también recordó, emocionado, la figura de Juan.

Y me tocó a mí. Recordé su profundo amor a Benidorm, su pasión por la comunicación y la promoción turística, y el gran respeto y aprecio profesional que nos tuvimos. Recordé que tiene entradas propias en la Gran Enciclopedia de la Comunidad Valencia, y en la Espasa-Calpe; cosa que muy pocos, ninguno de por aquí, puede decir. Y elogié su labor en el Hand Book de la Costa Blanca, herramienta imprescindible antes de la ofimática. Reivindiqué estos homenajes en vida y agradecí al profesor Vera que el IUIT lehomenajeara en septiembre de 2011; en vida. Fue un día muy feliz para Juan.

Me emocionó la llegada de Miguel Alberto Martínez Monge, el hombre con quién más horas de trabajo compartió. No lo esperábamos; quedó muy afectado y pesan los años, pero Miguel es rocoso. Y recordó Miguel cuando pusieron en marcha la AAPET, los congresos de Turismo, los viajes, las promociones y la edición turística con El Meridiano del Turismo y otras aventuras más: “Recuerdos de vitalidad absoluta, trabajo intenso y amistad infinita” que emocionaron.

Roc Gregori, Secretario Autonómico de Turismo que fue, le recordó como “el mejor glosador” señalando que sigue siendo “un hombre inabarcable”. Le conoció ya en el 64 y recordó colaboraciones con el Servei de Turisme y con la Agencia Valenciana de Turismo. Pidió “Festejar su recuerdo”, que sería lo que Juan más quisiera.

El director del Instituto Universitario de Investigaciones Turísticas, Fernando Vera, puso la voz de la Academia en el acto. Colocó a Portolés al nivel de Pedro Zaragoza y José Miguel Iribas en cuanto al amor y promoción de Benidorm. Señaló la “red de afectos”, idea de Iribas, que Portolés había cimentado con todos nosotros y muchos más, y destacó cuatro claves de su labor: la ya citada de “Benidorm por encima de todo”, el haber sido “el mejor valedor de la marca Costa Blanca”, el ser “uno de los pioneros de la prensa turística” y la “inmensa labor de promoción de los pueblos de interior a los que no sólo situó en el mapa mental de todos, sino que los hizo referencia turística”. Anunció Fernando que la Universidad trabaja ya en catalogar el legado documental de Juan y animó a realizar una tesis sobre muchas de sus facetas.

José María Perea, que también vino de Alicante, cerró las intervenciones. El que fuera director general de Turismo (1983) planteó un análisis del periodismo que hizo Portolés y recordó una anécdota de aquellos años. Como periodista, señaló que, en principio, todas las noticias son “malas”. Juan le propuso editar “Buenas noticias del Turismo” y provisto de unas absolutas ganas de hacer las cosas bien confeccionaba aquella sencilla publicación que llegaba a todas las oficinas de turismo de TurEspaña y a los mercados internacionales, posicionando la Comunidad Valenciana, y que tantas puertas les abrió.

Clausuró el acto el alcalde de Benidorm, Toni Pérez. Nos sorprendió con un “yo nací en la primera casa en que vivió Juan Portolés cuando llegó a Benidorm”, y elogió su labor. Recordó que año tras año Portolés presentaba el concierto principal de la Unión Musical: “la pieza podía ser la misma año tras año, pero Juan la presentaba cada vez de manera que pareciera nueva, diferente”. Destacó que ante todo, y señalando su foto –que presidía el acto-,  Juan era “un hombre muy bondadoso que transmitía humanidad”. Sí, mirando a la Universidad, al profesor Vera, y a todos nosotros, reconoció que “Benidorm en muchas ocasiones llega tarde” y que estábamos en un momento especial para recordar a Juan; que había sido un acto singular porque “este homenaje sale del corazón”.

Y ahí terminó el acto, con una cerrada ovación a sus hijos -Juan Antonio y Francisco Javier- y a su esposa Amparo, que no pudo acompañarnos. Y abrazos entre los amigos y compañeros que, algunos, estábamos años sin vernos.

Este homenaje, como tantos otros que le rindió en vida, ha sido una idea de Mario Ayús Rubio, que no tomó la palabra en el acto y pasó tantos o más años que nadie al lado de Juan, “su hermano” como él le dice.


  


29 oct 2015

DE LOS 60 AÑOS DE ESPAÑA EN LA ONU. ¿QUÉ PASÓ PARA QUE LA URSS NO NOS VETARA?


España se apresta a conmemorar el 60 Aniversario de su ingreso en la ONU (la Organización de las 50 naciones unidas en guerra contra el Eje). Y lejos de cuestionar o cuestionarme la validez del organismo (ahora que ya no está en guerra contra aquél Eje germano-nipón), sí me quedo en la válida historia española de aquellos días de 1955.

Mientras por la España de Franco sólo había contactos con “los aliados” a través de algún departamento de los Servicios de Información militar, por la parte del Exilio funcionaba un buen cordón umbilical a través de la Junta Española de Liberación (JEL: 20.10.1943), surgida de la Declaración de La Habana (25.09.1943); hasta tal punto que para “los aliados” la JEL venía a ser el equivalente a la representación del Gobierno de la II República. Así, a la Conferencia de San Francisco acudió la JEL -Indalecio Prieto Félix Gordón, Antoni Mª Sbert y Álvaro de Albornoz- y también Juan Negrín (que se consideraba presidente de iure del Gobierno en el exilio), Julio Álvarez del Vayo (que había sido el último ministro de Exteriores de la República), el lehendakari José Antonio Aguirre (profesor en la Universidad de Columbia y asilado en USA) y algunos catalanes integrantes del Consell Nacional de Catalunya -que repartieron a diestro y siniestro un documento titulado “El caso de Cataluña” buscando apoyos-. Hay quienes consideran a la JEL decisiva para que el representante de México (y el de Australia, que casi nadie lo cita) colaran lo de “A propósito del párrafo 2 del capítulo III (corresponde cap. II, art. 4,4), la delegación de México considera que este párrafo no podrá aplicarse a Estados cuyos regímenes fueron establecidos con la ayuda de fuerzas militares de países que han luchado contra las Naciones Unidas, mientras que estos regímenes permanezcan en el poder[1]. No se citaba a España, pero… verde y con asas. ¡alcarraza!

La JEL desaparecería el último día de agosto de 1945, pero nadie la podrá quitar que estuvo en la Conferencia de San Francisco (25.04 al 26.06.1945) y participó en la firma de la Carta de las Naciones Unidas (las 50 naciones unidas en guerra contra el Eje). Y fueron 50 las firmantes. Y se creó la ONU; y España no estuvo. Para haber estado allí o se debía de haber firmado la Declaración de Washington (01.01.1942; los 26 gobiernos implicados directamente en la IIGM: Carta del Atlántico) o se debía haber declarado la guerra a las Potencias del Eje; y España -todo lo más- había roto relaciones diplomáticas con Japón por los abusos en Filipinas un poquito antes de que les enviaran a Little Boy y a Fat Man. España, fue excluiday en 1946, condenada: se creó la Asamblea General el 10 de enero y el 9 de febrero ya nos endilgaba la primera resolución condenatoria.

Y no una: además de la Resolución 32 (I/1), de 9 de febrero, la llamada Carta de Polonia de 8 de abril, la Resolución 4, del 29 de ese mes (Consejo de Seguridad); el Informe del Subcomité especial de los Cinco de 31 de mayo, la Resolución 7, de 26 de junio (Consejo de Seguridad), la Resolución 10, de 4 de noviembre (Consejo de Seguridad), los anteproyectos de resolución contraria de 13 países (2 de diciembre); las Sesiones del 2 al 9 de diciembre ante la 1ª Comisión de la Asamblea General (y, precisamente, del 9 de diciembre es la manifestación en la plaza de Oriente donde se coreó lo de “si ellos tienen ONU, nosotros tenemos DOS”), las  Sesiones del 9 al 12 de diciembre de la Asamblea General plenaria y la Resolución 39 (I; 34 votos a favor y 13 abstenciones) donde sólo rascamos 6 votos a favor: Argentina, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador y Perú.

La “lógica” reacción española, que nadie por allí esperaba, fue de adhesiones inquebrantables al franquismo porque, encima, vino a coincidir la cosa con el entierro de un falangista asesinado por el maquis (que todo se juntó).

Y viendo lo que pasaba en la vieja piel de toro, los de las naciones unidas en guerra contra el Eje se lo piensan en 1947: así no vamos a ningún lado. Por ello, la Resolución 114 (III), de 17 de noviembre, ya no prospera contra España. Además, alguien llega a la conclusión de que esa situación sólo beneficiaba a los soviéticos y comienza un acercamiento rompiendo recelos sobre The Spanish Question.

La Cuestión Española se inicia el 18 de julio… de 1945 en Potsdam en un diálogo Churchil-Stalin, del que salió victorioso Churchil: “la cuestión de España es de los españoles”. Hay quien dice que la condecoración que se le impuso en Cuba -y los vegueros- le hacía españolear de vez en cuando. Stalin, tragó. Roosevelt, en 1942, cuando los desembarcos en África ya había comunicado al gobierno franquista que “no problem”. Pero los tiempos cambiaron y en 1947 ya estaba Truman en el poder -y nos había apartado del Plan Marshall- y a Churchill le sustituye Atlee (que había sido arengador oficial de Brigadas Internacionales en Albacete). Pero ambos mantuvieron lo acordado. Stalin lo que consiguió, tras la victoria de los comunistas franceses en las elecciones de 1945 (21.10.45), es que francia cerraran la frontera de los Pirineos… y así funcionara de puta madre el contrabando -que es lo que tiene estas cosas-.

Pero todo esto pronto se olvida: el 8 de febrero de 1949 el Chase Manhattan-National City firma un crédito con el gobierno franquista y éste, de paso, libera, gracias al contacto bancario yankee, 25 millones de dólares en oro que los británicos tenían retenidos en Londres. Los norteamericanos dejaron de votar a todo que no y comenzaron a abstenerse en todo; y deciden levantar, secretamente, el embargo.

Llega 1950 y con la Guerra de Corea en marcha y aprovechando que la URSS abandonó el Consejo de Seguridad (de enero a agosto) porque se había propuesto la admisión de la República Popular de China, se admite que España tenga Observador Permanente en la ONU (aunque aún habrá de esperar) y se revoca y anula la vieja y desgastada Resolución 39 (condenatoria), y se aprueba la nueva Resolución 386 (V), de 4 de noviembre) en la que se insta, después de todo, a que vuelvan los embajadores. Lo hicieron en 1951.

En diciembre de 1952 se admite a España en la UNESCO y en 1953 comienza la verdadera historia del ingreso de España en la ONU. La Resolución 718 (VII) sienta las bases al crear la Comisión de Buenos Oficios para la Admisión de Miembros: un holandés, un egipcio y un peruano presentarán el Informe A-720 al Secretario General (03.09.1954) donde señalaban el nuevo equilibrio de fuerzas favorable a la admisión de España. La Resolución 817 (IX) de 23 de noviembre, revisará el tema.
En diciembre de 1954 José María de Areilza (embajador en Washington) negoció personalmente con el representante ruso Mikhail Sobolev que se permitiera ya la llegada del Observador permanente, y en enero de 1955 el Secretario General, el sueco Hammarskjold, dio el plácet. El 9 de junio llegaría a Nueva York José Sebastián de Erice a hacerse cargo del puesto.

Entonces, el 23 de septiembre de 1955 el ministro Alberto Martín Artajo presentó, finalmente, la solicitud de integración. Y en diciembre, se trató, junto a otras 16. El día 13, la URSS veta la integración. ¿Fracaso? A la mañana siguiente, sorpresivamente, el representante de la URSS, Yakov Malik, retira el veto: se excluye a Japón y a Mongolia Exterior de la integración, pero no a España. Así, por la Resolución 995 (X) de 14 de diciembre de 1955, previa recomendación del Consejo de Seguridad (documento A-3099), España es país miembro de la ONU.

¿Qué pasó para que la URSS no nos vetara? Yo no he conseguido leerlo en ningún sitio.






[1] Primera Comisión del Consejo de Seguridad, Subcomité Especial y de la Asamblea General

25 oct 2015

DE CUANDO EL CONOCIMIENTO, LA INFORMACIÓN, ES LA CLAVE EN TURISMO. OTRO CAFÉ CON LEIRE BILBAO


Leire Bilbao en "plena faena"
Pasó a tomar café con nosotros -en el Meliá de Benidorm- la directora de Visit Benidorm, Leire Bilbao. Volvía a Los Cafés del Meliá; en la anterior ocasión (septiembre de 2014) quisimos saber qué se proponía hacer -tras su nombramiento- y en ésta ocasión (octubre de 2015) quisimos que nos contara algo de lo (mucho) que ha hecho y de los planes que tiene. Y en esta ocasión hasta estuve yo, ¡fíjense! Últimamente me hacen coincidir los cafés con acontecimientos familiares y… familia no hay más que una y a estos tertulianos me los encontré tomando café en el Meliá de Benidorm una tarde que Juan Portolés Juan me invitó a sumarme a ellos.

Por cierto, el jueves 29 se va a celebrar un homenaje a Juan Portolés en el Ayuntamiento de Benidorm. Y son muchos los que allí acudirán; me sumaré a ellos, como no podía ser de otra forma.

Pero a lo que íbamos, al café con Leire. El anterior, nos había sentado muy bien: nos transmitió buenas vibraciones y nos encandiló. Ahora volvía al Meliá a cafetear. ¿Qué habría sucedido en el ínterin? Nunca concebimos este café como un “juicio de residencia” (porque sigue), ni como un “háganos, vuesa merced, un balance”; que la cosa no va por ahí. Y aunque ya nos han dado un premio, no se nos ha subido el pavo tertuliano y no actuamos como pretores; porque a muchos nos sienta fatal la toga pretexta (la del ribete púrpura).

Muchos detalles de este café con Leire permanecerán entre los posos del mismo hasta que una auctoritas mayor los devele; pero parte de ellos ya los conocemos. En fin, que hablamos de todo y del Plan Estratégico Reto-2015 y los prolegómenos del Reto-2016 que ahora ultiman… Y del Conocimiento, como reto de futuro.

Y hablamos de los impactos de los programas de TV que van saliendo por todo el mundo, de lo que se consigue con los blogueros planetarios, de las actividades específicas que desarrolla Visit Benidorm y… hasta de la percepción del turista sobre Benidorm que, mira por donde, muchos coincidimos en que es más optimista que la nuestra propia.

Hasta hace, como quien dice, cuatro días se decía que el dominio del mundo lo ejercía el que tenía el control del mar. Ahora lo hace quien tiene el control del conocimiento; de la información. El mar baña nuestras playas y chimpún. Y a eso vamos: a disponer del máximo de conocimientos; el máximo de información posible. Tanta, que se necesitará personal capaz de procesarla. Ya hay, pero vamos a por más. No en balde va a ser Benidorm el primer destino que se audite a nivel mundial en eso del Turismo Inteligente. Acuérdense de los actos del Día del Turismo en Benidorm y la visita de la señora Borrego y de lo que supone eso: “inversión en materia de innovación, nuevas tecnologías, accesibilidad y sostenibilidad”. Leire anda ilusionada con esto; por algo será.

Destiló Leire Bilbao para nosotros píldoras como “el éxito de la ciudad sigue siendo el saber cómo venderla” y el éxito suyo, y el de su equipo de cinco personas jóvenes, está en “potenciar la gestión de los recursos”, al tiempo que nos decía, con rotundidad: “si hubiera más producto que vender, Visit Benidorm lo vendería”.

Como siempre, nos metimos en las arenas movedizas del “turista de calidad”; no escarmentamos. El hombre es el único animal que tropieza mil veces con la misma piedra; y el español… con el mismo Peñón. Pues los de Benidorm, con el mismo concepto una y otra vez. Leire terció con lo de: “el producto es el mismo; los segmentos y perfiles, distintos”. Vamos: un “hay Benidorm para todos” en toda regla. Pues ya verás como en cualquier otro café vuelve a emerger el tema.

Ya puestos, de barro hasta las narices, nos metimos con lo de la dualidad Fundación Turismo-Concejalía de Turismo -de Benidorm y del Ayuntamiento de Benidorm-. Sí, todos entendíamos que Leire es un técnico de la fundación; superior, pero técnico. A veces nos gusta que nos regalen los oídos: sí, son dos departamentos con un mismo fin; pero uno funciona como empresa y otro es de gestión municipal. El personal de ambos es valiosísimo, pero cada uno conoce sus cometidos. Vale: hasta en Barcelona el personal ha migrado, casi al completo y voluntariamente, a la Fundación; pero aquí llevamos dos telediarios con Visit Benidorm. Esto no lo dijo Leire, pero lo opinamos más de dos. Lo que sí dijo es que “lo que no hace la ciudad, lo hace la fundación; y lo que no hace la fundación, lo hace la ciudad”, porque “el objetivo es llegar a cubrir el máximo de acciones”.

Y ya puestos, pues le preguntamos por la tasa turística esa que dice el nuevo gobierno de la Generalitat[1] que va a implantar: “los esfuerzos recaudatorios deben ir en otra dirección”,  como cosa personal nos opinó; ella es técnico. ¡Tranqui!, que pensamos igual: eso solo lo dice el/la que no tiene ni p… idea de turismo. ¡Pues no hay nichos, ni ná, en los que recaudar, y cosas que arreglar, antes de meterle mano al turismo, que ahí siempre está!

Nada, que señalar 220 acciones desarrolladas en 22 países y con resultados tangibles avalan este primer año de la nueva etapa de Visit Benidorm. El objetivo de Leire Bilbao: “que los demás hablen de nosotros” se ha conseguido. Y hablando están…

Sí, hubo más: Leire reconoció que ha sido débil el nexo conductor con la Cátedra de Estudios Turísticos “Pedro Zaragoza Orts”. No todo podía ser perfecto: hay que arbitrar el sistema por el que mejore la imbricación con ese vector de conocimiento y se le saque mayor rendimiento. Y en ello trabajan ya.

Y hubo más. Hasta divagamos encendidamente sobre la palabra “barista”. Yo impuse la tradicional definición, pero no hallé consenso. Insisto: barista era el experto camarero que en 1901 -y especialmente desde 1945 (con el invento de Aquile Gaggia)- sabía sacarle rendimiento a la máquina de presión del café y a la presión de molturación del café. ¡Ojo!, a las dos. Luego, el vulgo le ha dado por llamar barista a todos aquellos que han trabajado en el bar. Pero recuerden: los buenos baristas crearon el Arte del latte; cosas de Italia. Però… nosaltres som molts cabuts. Y la cosa viene de la unidad de presión: el bar (un millón de barias, del griego ‘baros’; peso) que es aproximadamente igual a la atmósfera nuestra de todos los días (1 bar son 750 mm Hg y 1 atm son 760 mm Hg; y por 10 mm de Hg no nos vamos a envenenar el café. O sí.) Otro sí digo que el Bar (el lugar) tiene su origen en la barrera: otro invento italiano del XIII, pero que estaba delante de los tribunales de justicia y allí el reo de turno exponía y quedaba allí parado. Cuando una “barrera” similar se puso en un antro de bebidas alguien dijo que tenía barra (barrera en italiano) como los tribunales y esa barra, en vez de deponer los reos, ponían vasos de vino y cosas por el estilo. Los sajones destrozaron la barra, la tomarla del francés -barre- y la dejaron, en su pronunciar, en Bar.

Al bar, lo que es del bar; a la máquina del café, su experto -el barista-; y para las cosas del Turismo de por aquí… dejemos hacer a Leire Bilbao y su equipo. Y, Leire -¡plis!-, déjame pronto contar algo más; que bien interesante que fue este café.







[1] Aquí, en la Comunitat Valenciana al decir Generalitat se entiende claramente que es la nuestra. Cuando hablamos de la otra, le ponemos calificativo para georeferenciarla: Generalitat de Catalunya. Así pues, con Generalitat me refiero a la Generalitat; a la nuestra.  Que ya está bien de pavos.

23 oct 2015

DE LA PREHISTORIA DE LAS VACACIONES SOCIALES… HASTA LAS DE TERCERA EDAD (y II)


Comenzaremos esta segunda entrega citando al Instituto de la Juventud y Promoción Comunitaria, que es ya una cosa de 1977 y estaba adscrito al Ministerio de Cultura; Se dedicó a mantener la estructura de las vacaciones sociales ligadas a la juventud  y desde 1985 se quedó sólo en Instituto de la Juventud. Antes, en 1983, se había creado el Consejo de la Juventud con el objetivo concreto, entre otros, de potenciar esta prestación, pero habrá que esperar toda una década (1993) para que se active su Programa de Turismo Social juvenil, con desigual fortuna.

Pero ya vamos a centrarnos en los seniors, que de los juniors llevamos una jartá.

Para ello será fundamental en este proceso la creación del Instituto Social de Tiempo Libre (1979), el primero con personalidad jurídica propia para llevar a cabo iniciativas claras: iba a ocuparse de gestionar lo que antes llevaba la Obra Sindical de Educación y Descanso, ahora suprimida, creándose a partir de él los Servicios de Promoción de Actividades Recreativas y Deportivas y de Turismo Social. Aquello fue el embrión.

En 1980 llegaría un nuevo Estatuto de los Trabajadores, que lo cito simplemente porque existió; aunque no manifestó en modo alguno su apoyo al turismo social.

Pero sí quiero citar la Ley sobre integración social de los minusválidos (1982) que al señalar el derecho “al ocio y tiempo libre” de estos colectivos, llega a señalar asignaciones de los PGE; por eso yo lo incluyo en este capítulo de vacaciones sociales.

En esa línea del tiempo, en 1983 se crea el Instituto de la Mujer que contará desde el primer momento con el programa Estancias de Tiempo Libre para mujeres con hijos a su cargo.  Sí, no es cosa de la Tercera Edad, pero su programa será decisivo.

Y no me he olvidado del IMSERSO y la configuración en España de los primeros Servicios de Bienestar Social (los Servicios Sociales) como un sistema público y organizado de protección social con vocación universalista, que se podía leer en algún programa. Es que el Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (IMSERSO)[1] -que hoy llaman “de Mayores y Servicios Sociales”- recogió el programa de prestaciones previamente implantadas, como las del Servicio de Recuperación y Rehabilitación de Minusválidos Físicos y Psíquicos (SEREM) y el Servicio de Asistencia al Pensionista (SAP); ¡Ojo, que aquí está la clave! El SAP, surgido del Plan Gerontológico Nacional de Mutualidades laboral (apartado “Ayuda a Ancianos”) funcionaban mejor sobre el papel, pero apostó por trabajar los viajes de los mayores.

El caso es que hasta 1985 no se verá el programa de viajes de las personas mayores, pero las experiencias conseguidas desde la puesta en marcha la campaña Juntos en Navidad (1980) sentaron las bases de este experimento de modelo vacacional que es hoy el Programa de Vacaciones de la Tercera Edad. Juntos en Navidad sacó a los mayores a centros turísticos de playa, en grupo, y con animación.

Pero, hay que reconocer, sin lugar a dudas, que uno de los pioneros de las modernas vacaciones sociales para mayores fue el Ayuntamiento de Madrid que en 1980 -y dentro del programa Turismo para todos- inició el programa Vacaciones para Pensionistas (madrileños). Por este programa algunos otros grandes ayuntamientos se interesaron. Hubo también grandes iniciativas posteriores, como las de la Diputación Foral de Vizcaya (Departamento de Bienestar Social), conjuntamente con los de las Diputaciones de Álava y Guipúzcoa,  quienes pusieron en marcha, en 1988, un programa propio de vacaciones para la Tercera Edad -con destino a Baleares, Cataluña, Andalucía y Levante- que competía con el programa nacional.

Y a lo que íbamos. El solar del IMSERSO, en 1984, se ilumina con la idea de unos espabilaos baleáricos (algunos, con tintes ideológicamente vinculados a la línea de aquél gobierno) que vendieron muy bien -a quién tenían que vendérselo- que con el “nuevo” programa de Vacaciones para la Tercera Edad -que ellos proponían- se proporcionaban vacaciones a un grupo de personas que habían trabajado muy duro y que por fin -y con limitaciones económicas aún- podían ir de vacaciones “a Mallorca”, y se paliaba el desempleo temporal del sector turístico balear muy afectado por la estacionalidad. Bueno, la verdad que así estaba también el resto turístico del país . 

Llegados aquí, me gustaría señalar que cuando se pone en marcha el programa (1985) el 55% de nuestros mayores de 65 años no tenía estudios más que elementales (y en ocasiones medios) y que el 12’9% era aún analfabeto. Habían trabajado muy duro en los años del “Milagro español” y ahora la nueva España les brindaba la oportunidad de vacacionar en condiciones favorables.

La idea de sus vacaciones, que no estaba mal -pero que encerraba su mordida-, fue comprada de inmediato; y puesta en marcha para el año siguiente: 1985. Y para que no se “notara” mucho el tinte balear se incluyó en el primer paquete (vacaciones 1985/86) los destinos de Alicante y Benidorm. Así salieron 16.000 plazas a la venta: 11.000 para Mallorca y 5.000 para aquellos otros dos enclaves de la Costa Blanca. Ni que decir que fue un éxito. ¿Qué digo éxito?; ¡Exitazo! Tanto, tanto, que para la campaña siguiente (1986/87) se programaron 152.500 plazas. El salto cuantitativo (de 11.000 a 152.000) ya puede dar idea del pellizco; y además sumaron al programa Murcia y Andalucía como receptoras de aquél maná. El primer año, sufragó la parte señalada del programa de vacaciones el Fondo de Solidaridad para el Empleo y en los siguientes se buscó intermediación de concesión y se afinaron los requisitos de los establecimientos para poder entrar en el programa (incluso presencia de médico y ATS y hasta menús especiales con cava).

Invierno Balear fue la que gestionó el salto. Las siguientes ediciones las coordinaron Marsans y Ceres. La 3ª edición alcanzó las 225.000 plazas y 250.000 plazas la 4ª. Y no sigo porque esto va de Prehistoria de las vacaciones sociales. Pero sí les recuerdo que Viajes Ceres, SA era una de las tapaderas de Filesa-Malesa-Time Sport… ¿Se me van acordando ya? ¿Se me acuerdan de lo de aquél primo manchego de Bono?,  ¿de la Fundación para el Adulto Mayor?… Vamos, les resumo: que se cobraban viajes que no se realizaban… y se financiaba. Un lío que aún colea… mientras algunos de aquellos gestores siguen hoy en día merodeando el programa; ah, y el IMSERSO, que era avalista subsidiario, no se dio ni por aludido. ¡Qué tiempos!

Con todo, Ahora, 2015/16 estamos en más de 900.000… pero la cosa estructural sigue generando igual. Pero ha cambiado algo: ahora los clientes son de colmillo retorcido, las precios más ajustados, las exigencias mayores y siempre pende, cual espada de Damocles, que el cliente insinúe que “se queja” y con “su queja” te quedas fuera del programa. En casa y con miedo.

Al inicio prehistórico del programa sorprendió -le leo a E. Ortega en “Vacaciones y Turismo en la Tercera Edad”- que la provincia española elegida por un mayor número de personas como destino de sus vacaciones fue Alicante, y que la localidad elegida más frecuentemente para pasar las vacaciones por un mayor número de personas fue Benidorm. Más que Alicante o Palma de Mallorca.

Sólo una pregunta: ¿Interesa el Programa? Ilustra esta entrada un mapa de flujos, de la primera edición general del programa (lo reconozco, la del incremento gordo; pero vale para todas, porque no he encontrado más mapas). Échenle un ojito y miren si se puede programar, desde Benidorm, un sistema vacacional invernal. Ahí lo dejo. 







[1] El Real Decreto-Ley 36/1978, de 16 de noviembre, sobre gestión institucional de la Seguridad Social, creó el Instituto Nacional de Servicios Sociales (INSERSO; con N). Posteriormente, el Real Decreto 140/1997, de 31 de enero, cambió su denominación a Instituto de Migraciones y Servicios Sociales IMSERSO; con M), al incluir entre sus competencias la de inmigración. Finalmente, el Real Decreto 1600/2004, de 2 de julio, que desarrolla la estructura orgánica básica del Mº de Trabajo y Asuntos Sociales, fijó su denominación actual como Instituto de Mayores y Servicios Sociales (y se mantiene como IMSERSO).

22 oct 2015

DE LA PREHISTORIA DE LAS VACACIONES SOCIALES… HASTA LAS DE TERCERA EDAD (I)


Las vacaciones sociales comenzaron con los más jóvenes y no con los más mayores. Esto de las vacaciones sociales comienza con las Colonias de Vacaciones de 1887 y  la primera experiencia patria es en San Vicente de la Barquera. Y luego se creó la Obra Nacional de Auxilio Social (que dependía de Beneficencia, que tenía entonces una Dirección General y todo).

Ya en el XX se sumó a estas iniciativas de vacaciones sociales el Real Patronato de Lucha Antituberculosa, y también con niños. Los mayores no pintaban mucho.

Incluso en 1931 se sentaron las bases para un turismo social universitario (Patronato de Estudiantes para Viajes de Estudio) que truncó la Guerra.

Tras ella, vuelve el programa de Colonias (Preventivos Infantiles; ¡qué nombre! Pero se les siguió llamando Colonias; ¡cómo es la gente!) y la Delegación Nacional del Frente de Juventudes tomó las riendas del programa (1943). En 1951 consigue cambiar lo de “Preventivo” por “Colonia” y promueve la Red de Albergues Nacionales que no consolida hasta 1957 y que desde 1960 formaba parte de la International Youth Hostel Federation (IYHF), lo que significó que cualquier miembro de IYHF de Europa (y de América) pudo alojarse en sus instalaciones, aunque los 22 albergues de la Sección Femenina no se integraran. Y aquello vino bien; fueron pocos pero difundieron España. La red también dispuso de 60 Campamentos, que desde 1958 estaban asociados al Camping Club Internacional de España.

Y los universitarios españoles tuvieron, desde 1957, a su abasto, la Oficina de Viajes, del Sindicato Español Universitario (SEU), que también controlaba una Red de Albergues Universitarios y que en noviembre de 1960 puso en marcha la oficina de Turismo, Intercambio y Viajes Educativos (TIVE), que superó la transición como SEU-TIVE, que yo disfruté (y alguna vez padecí).

Y de 1960 es también el Negociado de Turismo Social de la Dirección General de Promoción Turística que al poco se encontró como órgano viable para las iniciativas del 1er Plan de Desarrollo (Económico y Social; 1964-1967). Este negociado seguirá con iniciativas para jóvenes y universitarios en los siguientes Planes de Desarrollo. Y ya puesto, también he de citar las llamadas “Bolsas de Viaje” para becarios y profesionales universitarios graduados y también citar que algunos Ayuntamientos de grandes ciudades y alguna Diputación también organizaban, desde los cincuenta, vacaciones sociales para los más jóvenes.

Otra cosa fue la llamada Clase Obrera; no encontró tantas realizaciones. Y mira que el Código del Trabajo de 1926 (con Miguel Primo de Rivera) ya contempla, para los aprendices (otra vez los jóvenes), experiencias de vacaciones colectivas. Recordemos que de entonces es -de la Dictadura, ¡oiga!- el concepto de vacaciones remuneradas y también la iniciativa del Patronato Nacional de Turismo para generalizar las vacaciones con el sistema de Cartillas de Ahorro pro Turismo. Pero hay que reconocer que el empujón (a ambas cuestiones) llegará con la Segunda República, la Ley del Contrato de Trabajo (1931) y la creación de la Federación Española de Sindicatos de Iniciativa y Turismo, de 1935, que ya trata el tema de las vacaciones sociales y sienta las bases de las mismas; pero sólo las sienta,

Tras la Guerra, será el Fuero del Trabajo (1938) el que reconozca la facultad de todos los trabajadores “para acceder la alegría”, que es como, después de dos pelotazos de orujo, se puede creer que se interpreta la mención al turismo en la citada ley laboral. Luego será, desde el 14 de diciembre de 1939, la Obra Sindical de Educación y Descanso la encargada, a través de su Servicio de Viajes y Excursiones, de la política de turismo social en España. Por cierto, la Ley del Contrato del Trabajo de 26 de enero de 1944, fotocopia la de 1935 de la República y establece las mismas ventajas, aunque añade varias nuevas. Es entonces cuando las llamadas Residencias de Reposo cobran protagonismo, a través de la Obra Sindical. Y fueron 50 las operativas. Esto marcó la inflexión del objetivo final que -del inicial sector joven- paso a enfocarse hacia el segmento familiar. Un requisito clave era ser menor de 65 años; ¡vaya por Dios! Pero existía un baremo de discriminación positiva hacia los más desfavorecidos.

Estas residencias contaban con turnos especiales para miembros de las Entidades Sindicales, Cámaras y Hermandades Agrarias y demás elementos asociativos del sector primario.

Y no olvidemos el capítulo de atenciones a las Familias Numerosas que tenían preferencias y bonificaciones en aquellas redes de alojamiento y vacaciones.

También me gustaría citar aquí el Programa de Vacaciones “Romería a España”, un invento ideológico (1954) del Ministerio de Trabajo para animar al regreso a los que estaban más de 10 años fuera de España, especialmente en América. Funcionó.

Y ya puestos, contarles que desde la Capitanía General de la 1ª Región Militar se inicia en 1957 la 1ª Semana Turística del Soldado, que seguirán otras regiones militares con notable éxito por una década.

Durante los años sesenta, el Ministerio de Información y Turismo y la Obra Sindical de Educación y Descanso llevaron a cabo algunos programas interesantes, como el Conozca usted, el Mar que sirvió para que muchos españoles oyeran el rumor de las olas por mínimas estancias; pero conocieron el azul de mar ya que conocían el caminar del Sol.

Así, a comienzos de los setenta eran ya más de 200 empresas las que atendían el turismo social en España; concesionarias de las múltiples iniciativas existentes; que no es de hoy la cosa de las concesionarias de estos programas. Todas, faltaría más, estaban inscritas en el REAT, el Registro de Empresas y Actividades Turísticas.

Y ya por entonces, mediada la década de los sesneta, aparecerán los primeros viajes organizados específicos para la Tercera Edad, entonces “para mayores”, programados por colectivos religiosos (parroquias y Cáritas) y Casa Regionales, Clubes de jubilados y colectivos vinculados a entidades bancarias y de ahorro. Se trataba de iniciativas muy locales. Hemos de tener en cuenta que la edad de jubilación, entonces, estaba en los 70 años y que se trataba de iniciativas de muy concretas Agencias de Viajes que conseguían chollos muy particulares.



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21 oct 2015

DE UN PROBLEMA 2015 QUE NO SE DEBE OLVIDAR: LAS VACACIONES DE LA TERCERA EDAD


Nada, que el lunes 26 se debería acabar el lío y, mientras tanto, la casa sin barrer.

Dpto. Población. CSIC
Este Post va de las vacaciones del IMSERSO[1], una cosa que comenzaba en las Navidades de los primeros años 80 (turnos de convivencias navideñas) y que desde 1985 se pensó (y se implantó) como programa experimental de vacaciones para la Tercera Edad, con objeto de proporcionar a las personas mayores la posibilidad de disfrutar de una estancia de duración variable en zonas de clima suave, a precio reducido, a lo largo del periodo de baja temporada turística, de octubre a junio (por aquél entonces) como posibilidad de no cerrar hoteles de Baleares. Luego, el programa se ha implantado a nivel nacional y ha experimentado sustanciales cambios marcado por una cuestión que entonces no se tuvo tan en cuenta como se creyó: el progresivo envejecimiento de la población que para mayores de 65 es el más rápido que pudieron prever los programas informáticos de entonces: si en 2010 representaba el 7’6% de la población y en 2015 será del 18’1%.

El Programa de Vacaciones para la Tercera Edad del IMSERSO, no lo dudamos, tiene efectos beneficiosos para las personas mayores que lo utilizan y hasta para las agencias que lo mueven. Y, llegado el caso, puede ser que también para el sector turístico en general porque, se dice, se desarrolla durante las fases de baja actividad hotelera. Hay que reconocerle que los usuarios del programa se encuentran satisfechos con los servicios y la atención ofrecidos -¡faltaría más!- y lo valoran positivamente. Expresan tanta satisfacción que siempre aseguran que repetirán la experiencia. Y encima, van y lo hacen. Indudablemente hay que entender esa fidelidad al programa como un premio que les otorga el país por su contribución al funcionamiento del mismo.

El análisis del impacto económico del programa también arroja resultados positivos en las partes del león. Los ingresos y ahorros que supone el Programa de Vacaciones superan siempre las cantidades previstas, porque la ingeniería financiera es capaz de eso y de más: son capaces hasta de calcular los gastos a cargo de los viajeros -que no están incluidos en el programa- en excursiones organizadas por las agencias de viajes. Hoy sabemos que las 938.000 plazas que bien pudieran salir a la venta en unos días, de no liarse más la cosa y que son 41.000 plazas más que en la contrata anterior, mueven un volumen de negocio para las agencias de 330 millones de euros anuales (y por eso se ha dicho que en los 2+2 años de la concesión de este programa estaríamos hablando de 1.300 millones de euros). Y es por eso que calculan que cada euro invertido en el programa se transforma en 1’80 euros de beneficios generales al país. Lo dicho: ingeniería financiera que hasta puede ser verdad (según el análisis o evaluación con la que se trabaje).

Luego también está eso que dicen de que el Programa de Vacaciones para la Tercera Edad del IMSERSO tiene una incidencia positiva en la generación de empleo del sector turístico. He llegado a leer que en los 300 hoteles que no cierran para atenderles se llega a conseguir una estabilidad laboral extra desde 1.800 trabajadores a 91.000 empleos según el informe que analices: desde CCOO al propio IMSERSO. Porque aquí también hay cocina de datos y desde el cazo a la marmita cuartelera el recipiente tiene distintas capacidades a la hora de la cocción pues entran como ingredientes desde los puestos de trabajo temporales y fijos discontinuos a los que se llega a considerar que se mantienen en algún momento gracias a esa actividad. Lo único cierto es que este supuesto  incremento del empleo incide directamente sobre la Hacienda Pública (cuotas a la Seguridad Social, ahorro en prestaciones por desempleo, IRPF, IVA, Impuesto de Sociedades, etc.) y eso, nuevamente, es una cantidad superior a la invertida por el IMSERSO.

Así es que, aún entendiendo el mosqueo de quienes llevan desde el principio en esto y ahora les han dado un bocao a la altura del gemelo, la verdad es que necesitamos todos que se arregle esto porque estamos dando mucho que hablar, las vacaciones están sin vender, los hoteles que los esperaban están cerrando en algunos destinos, la gente se está yendo al paro, y las elecciones son en diciembre y al final, como dice José María Díez en su serie “SIMSERSO” (Top Turisme), estas vacaciones se le suelen agradeceral Rajoy de turno” aquellos que las disfrutan. Y por eso, atendiendo a la pirámide de edad, alguien en Moncloa (y no te digo en Génova) se lo tenía que hacer mirar. Sí, casi 8’5 millones de españoles tienen más de 65 años y hablamos de menos de 1 millón para este programa de vacaciones, pero al precio que está el voto, a lo mejor, lo del IMSERSO merece una decisión ya.

Eran, en su día, cuatro en el lío. Logitravel y Traveltool quedaron fuera; y Traveltool vende “sus vacaciones de mayores” ya. Mundosenior (Globalia -Halcón/Air Europe- y Barceló) y Mundiplan (Iberia, Alsa, Gowaii e IAG7) están hoy en la pelea judicial; vale, en este grupo no hay ninguno con banderín de Agencia de Viajes. Mundosenior, tras el primer lío, se quedaron con dos (costas e interior: 544.000 camas y un valor de 335,4 millones de euros a los que sumar 120.000 billetes, por 86,5 millones €, para billetes internacionales) de los tres paquetes (las islas son el tercero); Mundiplan se queda con lo insular (274.000 plazas y 240,1 millones € en el pliego). 

El caso es que, tenga quien tenga razón, 938.000 plazas están sin dueño y eso es como decir que hay 938.000 votos (o más) en el alar… Y luego está el paquete económico de las agencias vendedoras (ente físicas y por libre rondaremos los siete mil agentes) que también, por un mal aire, puede afectar la decisión de votar. Y no se olvide el colectivo laboral; pero con esos no suelen contar porque el voto ideológicamente tiene una traza final. Finalmente estarían los hoteles; pero de esos no se preocupen, bastante tienen con hacer ingeniería genética para salir airosos del temporal y a unas malas -por ese precio- también algo pueden encontrar.  

Miren Uds.: Yo, como plumilla, cubría aquellos actos de mediados los ochenta cuando los ministros venían a Benidorm a recordarles quienes los llevaban a vacacionar.






[1] Instituto de Mayores y Servicios Sociales; lo que antes fue el Instituto de MIGRACIONES y Servicios Social, que en esto de adaptar las siglas a nuestros intereses somos unos genios geniales.

20 oct 2015

DE CUANDO ALGUNO SACA A PASEAR SU ESTULTICIA EN CUANTO NO LE GUSTA LO QUE OYE.


Sí, a la tercera va la vencida. ¡Por fin! Cada vez que el Club de Opinión de Benidorm programa una de sus conferencias, me conjuro para ir. Luego, aunque el hombre proponga, viene Dios y… No obstante, por tres veces, tres, he vencido las adversidades y… la otras dos me quedé con un palmo y la puerta en las narices. Y ayer me dije que no; que venía Pío Moa y eso no me iba a pasar. Y a las 7’20 me planté en la Plaza de SS MM los Reyes de España y… ¡ya había cola! Ahora, la cola esta no tiene desperdicio: el paisanaje tiene conversaciones tan interesantes, o más, que las que luego se generan en la sala. Mucho asturiano y mucho cántabro; pocos aborígenes de por aquí.

Y la cola se movió a eso de las ocho de la tarde. Y cuando llegaron a mí, cortaron. Casi me da algo. “Un momentito”, me dijo un caballero con listados en la mano; al tiempo que sonreía y parecía querer decirme algo así como “tranquilo, que esta vez sí; pero hay que sufrirlo”. Y sí, esta vez sí. Y entre, y me senté, y me dispuse a escuchar a Luis Pío Moa, del que en la cola todos presumían de haberse leído su biografía. ¡Madre mía!, yo solo conocía posiciones, opiniones y libros.

Entonces comenzó la tanda de saludos. ¡Caray!, conozco a mucha gente del Club. Me invitaron a adelantar ubicación, que decliné; ¡jopé con el paisanaje! Luego, el presidente del Club, Paco Gascón, dijo aquello de que “siendo miembro del club te aseguras el asiento”… Y me lo pensé. Pero es que coincide con que ya me siento muy mayor para militancias (y hasta para hacer colas) y que venía de darme de baja del Colegio de Geógrafos (por inoperante, yo) y del National Geographic (porque ponen muchas fotos y cada vez menos textos). Sigo en la Asociación de la Prensa, por si un “acaso tal vez…”.

Y a lo que voy: resulta que me interesaban los mitos de la España contemporánea, sobre todo del franquismo, ahora que me acaban de romper el mito de Putoperro. Pues no que el veterinario me había jurado que era un pastor galés y ayer mismo me entero que es Gran Basset Grifón vendeano. Y eso, ¿qué-es-lo-que-es? En fin, un mito caído que ahogué en Penderyn a media tarde a sabiendas que La Vendée está arriba de Cognac y que a ese destilado también me puedo amorrar en días aciagos.

Y a todo esto César Evangelio presentó al señor Moa, recordando sus años del Ateneo de Madrid. Evangelio señaló el rigor y la capacidad de investigación y divulgación para concluir con que “la madurez de una sociedad se ve en la capacidad de enfrentarse a sus mitos”. Pues enfrentémosnos.
Y Pío Moa desgranó su último libro “Los mitos del Franquismo” cuando estamos a un mes de conmemorar 40 años de la muerte del general. Y Moa estuvo en su línea: denunciando el desenfoque de muchos historiadores que arrancan de la base errónea del franquismo: lo confunden con un fascismo de libro. Una frase suya fue demoledora: “Si lo que digo en el libro es cierto, entonces todo lo que se ha dicho sobre Franco es falso”. Denme tiempo para amortizar los veinticinco leurípidos de inversión, y les contesto.

Insisto, Moa en estado puro: “identificamos democracia con antifranquismo”, “izquierda y separatismo han expuesto una historia falsa”, “en las cárceles no hubo demócratas, sólo comunistas y gentes de partidos totalitarios”… y alguna más que, personalmente no alcanzo a compartir y mucho menos, ante mi falta de datos y evidencias, a debatir. Aunque a ver quién le rebate que “la ley de la Memoria histórica es una ley totalitaria porque está impuesta desde el poder” o que “el franquismo también pereció por l abandono de la Iglesia” cuando desde el tiempo en que preparaba oposiciones a Secundaria llegué a esa misma conclusión.

Sacó a pasear los elogios, merecidos, que le dedica Payne y las comparativas para aquella España y su evolución tanto del polaco Kolakowsky como del ruso Solzhenitsyn (el del Gulag). Y, ¿cómo no?, los escritos de Julián Marías: “La vegetación del Páramo” (1976) y "¿Por qué mienten?" (1997) para mantener su tesis de que durante el franquismo España iba bien y los españoles pasaban de líos.

Rebatió los mitos y se sometió a las preguntas del respetable. Y ahí le salió uno, ungido de iluminación secular, que vino a cuestionar, sin modos, maneras, conocimientos y elocuencia, las investigaciones -y averiguaciones- del señor Moa. “¿En qué Universidad ha estudiado usted para nombrarse historiador?”. Huy-yu-yui, arenas movedizas. Hombre de Dios, ¿cómo alguien como Ud. me acude a un conferencia de este tipo a hacerse mala sangra y, lo más grave, me saca a pasear su estulticia quedando en evidencia ente la concurrencia? Lógico que se fuera, jurando en arameo. Y luego otro que no se creía la militancia comunista, en su día de un Pío Moa que, cual Saulo de Tarso redivivo, ahora nos cuenta esto. Y a ver quién le rebate, porque sus años de investigación y falta de pelo lleva a cuestas.

Hubo más preguntas. Los hay que quieren rivalizar con el ponente a la hora de presentar la exposición de su cuestión, que en más de una ocasión basta un sí, o un no, para zanjarla, mientras otros plantean futuribles inconjeturables y alguno hay que centra el balón esperando un remate a gol en portería sin portero. Incidió Moa en la cuestión de maquis, tratada por muchos con aires románticos cuando no fue tal la cosa, o la oposición labrada desde dentro de la Universidad -a él que por aquél entonces por allí estaba y que hasta fue al concierto de Raimon-.

Moa tiene cinco o seis mil preguntas y, por supuesto, que no desencantó. No se le hicieron más de seis. Iba a lo suyo y lo contó; vendió algún ejemplar, lo que es interesante (pues los debió firmar, que yo ya me había ido) y dejó, una vez más, buen sabor de boca. No era la primera vez que lo había en Benidorm.

Para terminar, una reflexión: el público que asiste, aunque las manecillas del reloj hayan marcado más de las 21’30 horas, no deben salir en estampida del salón, como si rugiera la marabunta, porque siempre queda un algo final. Como en este caso. Pero tampoco el técnico de sonido del lugar municipal puede cerrar los micrófonos antes de tiempo, que en ocasiones la boina de catetos la llevamos calada hasta las cejas.




17 oct 2015

DE OPINAR POR OPINAR


El activista político de izquierdas que es W. Toledo -activista, porque citarle como supuesto miembro de algún colectivo profesional es denostar al colectivo (¿aún más?, por muy hundido que esté el grupo profesional)-, reconozcámoslo, ha puesto el dedo en la llaga. Muchos se cuestionan, y se han cuestionado, el papel de quienes allí enviamos -y muchos más fueron- con una mano detrás y otra delante, pero esta empuñando la espada o blandiendo el crucifijo. Y todo porque necesitábamos parné como individuos y como Estado; y el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional no estaban aún inventados. Bueno, muchos tontos no hay; pero sí unos cuantos, aunque desde Cádiz a Barcelona siempre habrá algún iletrado opinando vía tecnología para evitarse la vergüenza de hacerlo en vivo.

Para opinar (para bien o para mal, que hasta se está convirtiendo en moda lo de faltar a la verdad), no hay nada mejor que ponerse en situación.

Pongámonos: A los primeros que allí dejamos, se los pasaron por la piedra. Aún no sabemos lo qué pasó exactamente con los del Fuerte de la Navidad, pero cuando volvieron… estaban criando malvas; casi las mismas que hubiesen criado por aquí. Sí; pero sin violencia. Y no es cosa de justificar.
Europa, por aquél entonces, estaba hecha unos zorros; y España más. El epicentro se iba subiendo hacia Flandes. El señorío, la tierra agraria sostenida por la explotación del trabajo de los campesinos (por lo general, gratuita), estaba ya de capa caída gracias a que la ciudad acaparaba todo el protagonismo mercantil. Pero los campesinos seguían obligados a trabajar el campo y pagar impuestos y rentas más que nadie; eran hombres libres, pero ¡a qué precio! El límite entre la esclavitud y la libertad campesina de aquellos días no sé yo si con un Rotring 0’1 lo podíamos dibujar.

En el solar patrio, mientras duró la Reconquista, los nobles vivían de la guerra: del botín obtenido y explotado; y de las posesiones terrestres otorgadas que rentabilizaban con el sudor de otros. Pero cuando se acabó la Reconquista, dueños de terruños -las más de las veces infértiles o débilmente rentables- se encontraban con que la ganadería era lo único que dejaba dinero… y se dedicaron a la cría del ganado lanar (las merinas, que son de aquí desde tiempos de Roma y no de las trajeron los Banu-Marin que venían a darnos p’al pelo por herejes; y cuando uno viene a eso no se trae los borregos) que emplea mucha menos gente que el agro. Y como fuimos los suministradores de la lana merina (la mejor) a la incipiente Europa textil, pues los nobles espabilaos ganaron dinero… y los demás se comían las piedras y soñaban con el oro de América que era como La Primitiva de entonces. Es que La Mesta, honrado concejo que llamaron, mandaba mucho y desde 1501 ya se encargaron de evitar que “cualquiera tierra utilizada algún día para pastos pudiera dedicarse a la agricultura”. Lo de cultivar estaba fatal. Y los señoríos se hacían más y más grandes; y, mucho antes que el conde de Romanones, Leonor Urraca Sánchez de Castilla, tercera condesa de Alburquerque y reina consorte de Aragón, sí podía llegarse hasta Portugal por sus tierras en un mundo rural de absoluta subsistencia, pero que tributaba perfectamente. Vamos, que cuando salió lo de América fue como si tocaran a rebato: tos p’allá.

En el XVI entre mayorazgos e hidalguías teníamos media España cedida. La otra media era de las Órdenes Militares, obispos y congregaciones monásticas, también exentos de tributos. Total: que sí, que los “Grandes de España” no sumaban más de 25, pero entre hidalgos, infanzones y clerecía varia, a los que se unían los plebeyos enrique­cidos que se compraban un título y salían de los censos tributarios, aquí no pagaba ni el Tato. Bueno, aquí sí pagaban los campesinos y orfebres urbanos. Los nobles tenían prohibido desempeñar oficios “viles” (que eran los que tributaban) y hasta de las finanzas y el comercio se ocupaban extranjeros (genoveses, alemanes y flamencos) y judíos. ¡Es-pa-ña, Es-pa-ña, Es-pa-ña!

Las ideícas del momento fueron las de las políticas monopolistas para recaudar más y las proteccionistas de agrupar profesiones por gremios, cuando en Europa, éstas últimas, estaban en crisis de modelo. Aplicándolas, se consiguió aumentar la recaudación (hasta de la Mesta, gracias al Consulado de Burgos). Más lucrativa resultó la idea de unir las Ordenas Militares a la Corona con lo que reportó tierras (campesinos que pagaran tributos) y candidatos a labrarse[1] un porvenir fuera de España; una España que no explotaba sus tierras (las malas, por malas; y las buenas, por falta de riego) y con sueños de poder en Europa, que necesitaba más y más parné. De vez en cuando conviene ver en TVE la serie “Carlos, Rey-Emperador” (ahora; on-line).

Cuando en 1493 el papa Ale­jandro VI concedió el derecho a evangelizar en América, lo que de verdad hizo es decir “ir a recaudar a costa de lo que sea”. Es más, en 1501 cedió los diezmos que generaran y abrió la caja de los truenos, porque América se vio como ungüento para nuestros males: minas de oro y plata (al principio), y hasta haciendas para cultivar. Y una cosa clave: nunca interesó exterminar a la población del Nuevo Mundo porque se la necesitaba para trabajar las minas y los campos. Ya sé que suena duro, pero es verdad. Y con este argumento sobran todos.

El genial MINGOTE y  el mestizaje
Luego estaría, si se quiere, que les llevamos todo lo malo que en enfermedades existían por aquí; y no por allí. Vale: en apenas un siglo, cerca del 80% de la población indígena había desaparecido, pero no fue algo planificado, ni organizado.

Otro sí digo, considerando que, lo de la bestialidad aplicada en algún momento va con la condición humana. Y conocedores de todo bárbaro de los que habían pasado por la península, pues en el ADN patrio del siglo XVI (y sucesivos) llevábamos aprendidas todas las técnicas coactivas y generadoras de desmanes aprendidos desde que algunos “pueblos del mar” visitaron la vieja piel de toro desde el Homo antecessor. No hay que justificarlos, pero es que aquellos que fueron hicieron lo mismo que las demás potencias del momento, incluso que las demás potencias anteriores en el tiempo -desde el Creciente Fértil para acá-, a la hora de conquistar y mantener territorios. Es fácil y sencillo reconocer y admitir que la colonización significó una marginación del indigenismo americano. Pero hasta ahí. Era lo que se estilaba en el XVI… Y estamos en el XXI. ¡Ah, carallo!

Ahora bien, colocarnos el sambenito del exterminio y el etnocidio es pasarse varios pueblos aunque, a la vista de los cifras uno, ante altas dosis de alcohol y mala condensada, pueda llegar a esa malvada interpretación. Aquí la clave está en que la nobleza estaba lista para empresas imperiales y buscar beneficios eventua­les en la conquista de América. Además, la orientación de nuestra economía hacia la ganadería favorecía la expulsión de continuos excedentes de población agraria, ahora sin empleo, que se unían a hidalgos hambrientos di­spuestos a toda clase de aventuras militares y coloniales que les aseguraran posición, hacienda y beneficio. Y se fueron alumbrados con la filosofía del XVI.

Los deberes pendientes de otros no son cuestión mía. Hay que tener mucho cuidado con lo que se lee; que algunos libros (y páginas web) las carga el diablo.







[1] Un eufemismo literario; porque se labra, se ara, la tierra.

16 oct 2015

DEL TURISMO RUSO; EL QUE VIENE, REPITE.


Tenía en la fresquera lo del “Turismo ruso en la Costa Blanca”, una sensacional jornada de trabajo que organizó la Cátedra de Estudios Turísticos “Pedro Zaragoza Orts el pasado día 1, en la UA. 

Antes de poner negro sobre blanco impresiones, me he leído la tesis de Yulia Prokopenko que, con 
el profesor Tomás Mazón, dirigía el encuentro. Echo en falta la prehistoria del turismo ruso en la Costa Blanca (Roc Gregori, las galas de Julio Iglesias en Rusia, los Ballester y Justo Quesada que vendían casas de estas latitudes en aquellas tan frías, la fundamental participación de la Compañía Hispano-Rusa de Comercio, la iniciativa de Carner Free Time, a las gentes de Bosht y East Line, a José Luís Nerín, Juan José Campus, Oleg Sysuev (que de secretario de embajada se convirtió en el "primer TTOO"), Natalia Pérez, Robin Grant, Valeri Nedoseykin, Said Kasymov, Alexansdr Skalyn , Vladimir V. Boroviev, Irina Efremova y, cómo no, José Mª Díez. Y más gente. Pero como lo cortés no quita lo valiente, excelente tesis y gran jornada que suplió con nivel las ausencias de última hora en un día, recuerden, en que nos despertamos con un tal Putin dando órdenes sobre Siria. Ah, también aquél teniente de alcalde del Ayuntamiento de San Petersburgo, Vladimir Valdimirovich Putin ahora presidente y que también estuvo en la prehistoria del turismo ruso en la Costa Blanca.

De la jornada salió material para una saga; pero que anden tranquilos Tolkien y Rowlin que no pienso emularlos.

El turismo ruso está siempre en crisis”, resonó en mi cerebro minutos antes de comenzar la jornada. Y lo dijo un opinador de prestigio que luego lo obvió en la mesa. De todas formas, lo cierto es que “hace un par de años todas las esperanzas estaban puestas en ellos”, apuntó Núria Montes (HOSBEC) señalando que “en 5-10 años se superará esta crisis… que no es tal”; es que lo suyo (lo hotelero) es la medio-largo plazo.  Y a los pocos días sabíamos que “LaCosta Blanca amortigua la caída del turismo ruso” y que ya hay 15.000 empadronados en la Comunitat Valenciana, donde la Costa Blanca es hegemónica.

El primer secretario de la Embajada, Alexandr Batadeev, puso la nota diplomática (4º mercado potencial más grande del que España es el 2º destino, porque Turquía que está más cerca y es el 1º) y política (que si las sanciones económicas, que si el tema de visados, que si problemas artificiales), Y no le faltaba un puntito de razón: hoy dejan entrar a cualquier en la UE-28 y a los posibles turistas rusos se les mira hasta el dobladillo del pantalón. Alexander Cherpurnoy (Casa Rusia en Alicante) fue de la mano del anterior en lo de permisos de residencia y vuelos caros. Y para colmo, esa misma mañana, Transaero entraba en Bancarrota.

No mandó Mazón sus naves a luchar contra los elementos, como tantos otros ilustres españoles, y seguimos en la jornada de la mano de Yulia Prokopenko, que repasó la evolución del turismo ruso y destacó que “conocer el destino es fundamental” y destacó el papel de Visit Benidorm y Costa Blanca. La radiografía de Yulia es total: “problema de precios (85 rublos = 1€), falta de conexiones aéreas (y aún no sabía lo de Transaero), exigencia de visados, falta general de promoción de destinos, falta de información del destino en ruso, necesidad de ofertar estancias más cortas (del orden de 5 noches), el problema del nivel de inglés entre los indígenas del lugar (el ruso, habla ruso o inglés… y por aquí, español y… ¡por teléfono!, mientras entono el mea culpa, en latín; faltaría más) y, la verdad es que esbocé una malévola sonrisa cuando lo oí, falta de oferta AI/TI (todo incluido)”. 
Y luego salió lo de los hábitos alimentarios de los rusos que se parecen a los de los ingleses en la hotelería como los inuit a los massai. Además está que el ruso, se dijo, “no entiende por qué no se puede comer a las 5 de la tarde”. Y la guinda: sólo nos centramos en los mercados emisores de Moscú y San Petersburgo como si no hubiera nada más en Rusia.

El objetivo de Visit Benidorm, explicó Leire Bilbao, es estar en la mente del turista ruso y crear necesidad de destino así como ofrecer productos desestacionalizados. Contó la experiencia benidormera con la TV federal rusa y dejó que Katerina Filitsina, la mujer de Benidorm en Rusia, nos contara cómo ve la cosa. “En nuestras manos no está lo que de nosotros no depende” me heló el corazón, pero luego me devolvió a la realidad cuando señaló que “otros destinos dan más facilidades con los visados” y en eso está buena parte de la clave. “La Comunitat valenciana es ya el tercer destino más demandado”; y Katerina no es pesimista: “los que viajan saben que han de obtenerlos y hay 27 centros de visados”, con lo que entendí las muecas entre la muy respetable audiencia cuando hablaba Batadeev. “España es el país que menos problemas pone; se tarda 15 minutos y la validez (del visado biométrico) es por 5 años”. “El turista ruso va olvidándose del paquete organizado y se busca la vida por Internet, lo que es un hándicap para los TTOO” pero está la órbita internacional con auge de los alojamientos no hoteleros. Insistió en que “desestacionalizar es básico”, elogió la promoción de Visit Benidorm en el mercado ruso y pidió “no perder el posicionamiento logrado” y ampliar la geografía rusa. Me quedé con las ganas de leer el documento “Lo que busca el turista ruso en España” que aún no me ha remitido, pero disfruté de lo que contó.

Las mesas redondas tuvieron nombres señeros (Carolina Cortes, de Costa Blanca, o Josualdo Ros, de Provía) junto a representantes de compañías que diagnosticaron con precisión la situación. “Somos muy pequeños y Rusia es muy grande” y “hay que sumar esfuerzos”; “el turista ruso es un turista cómodo y el 90% es repetitivo”; “el mercado ruso no puede trabajar con tarifas dinámicas; el turista ruso decide de hoy para mañana”; “Todavía queda mucho mercado por descubrir, aunque los próximos 5 años serán difíciles”… Ros pidió analizar “el impacto de las compras rusas en la economía de la provincia” y todos coincidieron en que “el que viene una vez a España, vendrá toda su vida”.

Unos y otros evidenciaron lo distintas que son las facetas turísticas residencial y vacacional, especialmente en el turismo ruso, pero unos y otros sacaron conclusiones útiles para potenciar el turismo ruso… 145 millones de ciudadanos que alumbras varios millones de posibilidades muy a tener en cuenta.

¡Ánimo Tomás, a por la siguiente!





11 oct 2015

DEL “OTRO” ESTUDIO SOBRE EL ALOJAMIENTO… EN VIVIENDA TURÍSTICA


Le leía esta mañana de domingo a Édouard Lartet, un tipo del XIX, que el hombre prehistórico, en cuantito tuvo la panza llena descubrió el ocio. Ocio: no tener absolutamente nada que hacer. Y como hace 10.000 años no se había inventado aún el turismo, pues aquél sapiens-sapiens se dedicó a estampar ideogramas en los huesos de las costillas de los animales que se había zampado, surgiendo así lo que llaman arte prehistórico.

Le compro a Lartet lo del ocio y dejo para otros lo del arte. Y lo de que no se había inventado el turismo es una obviedad de mi cosecha. O no. Porque las primeras sociedades aquellas iban dando tumbos por ahí sin saber dónde poner el huevo y eso le puede llevar a alguno a pensar ya en una forma de turismo. ¡Cachis lá!; ¿me habré pasado con el chorro del orujo con el que bautizó el café?

Como tengo en la fresquera, desde el 30 de septiembre, datos sobre el informe FEVITUR (Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos) esperando a que me envíen mejores datos, y como que no llegan… pues me dispongo a destripar lo que tengo y que le tomé a vuelapluma a Pablo Zubicaray, su presidente, cuando los expuso en el Invat.Tur.

El estudio era sobre “el impacto social y económico de las viviendas de uso turístico” y podían trasladarse esos datos sobre el plano de Benidorm aunque no se hubiera realizado sobre la ciudad de Benidorm. “¿Es la respuesta al de Zontur?”, le pregunté antes de conocerlo. “Por supuesto que no”, me contestó Zubicaray -of course- en presencia de Miguel Ángel Sotillos, presidente de Aptur (Benidorm).

Luego, en la exposición del estudio, Zubicaray señaló que se trata de “un trabajo para hacer trabajo” y que lo han realizado con la Universidad ESADE (Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas) “sobre seis ciudades representativas: Madrid, Barcelona, Mallorca (¿Palma?), Calpe, Granada y San Sebastián”. Me pierdo en esa representatividad, pero la acepto de buen grado. “Representan en 42% del turismo nacional” es otra afirmación que también me dejó perplejo al no quedar matizada. Tal vez la concurrencia sí lo entendió.

Y la pregunta clave se la planteó el mismo Zubicaray: “¿qué aportamos los alojamientos turísticos en vivienda a la economía y a la sociedad españolas?”.

Antes de responderla, planteó los objetivos del estudio: “comprender el alquiler, dimensionar el mercado y calcular los impactos social y económico”. Por ello es “el primer estudio fiel y con datos reales”.

Y tras la larga introducción que me he marcado, resulta que “el 79% de los usuarios son extranjeros; y el 21% nacionales”; “que la edad media es de un turista de 46’8 años y que el 83% viaja en familia”. ¿Es extrapolable a Benidorm?

Estos datos los han facilitados los asociados FEVITUR y las grandes plataformas del sector como Interhome, Homeaway, etc.

Destacan que “el 32% no iría a ese destino si no existieran alojamiento en viviendas de uso turístico” y que “9 de cada 10 valoran muy positivamente su estancia”.

Se abogó por la reglamentación jurídica del sector -se quiere una normativa- señalando que “así se crea competitividad; lo que da calidad”, y que “2 de cada 3 alquileres se realizan mediante contrato” y que “el 80% de los alojados fueron informados de las normas de la comunidad de viviendas”.

Y el impacto económico: tras una exposición matemática con extrapolación de datos -entre el estudio y la realidad- nos lleva a que “6.00o millones de euros en toda España es el impacto de la vivienda turística” (2.450 millones en vivienda y 3.550 millones en gastos en destino) con 3’7 millones de viajeros. Además añadió que el gasto en alojamiento tipo en estancias de 7 días es de 249 €/persona y el gasto que realiza en el destino es de 479 €/persona, repercutiendo en restaurantes, bares, compras, supermercados, transportes y ocio, en porcentajes que no alcancé a sumar correctamente y que por eso no indico. “¿Podemos permitirnos dejar de lado este modelo alojativo?” se preguntó Zubicaray.

Se trata, insistió, de “un gasto que tiene penetración social”. Los arrendadores, en un 92% lo hacen para ayudarse en su economía; pero del estudio se deduce una actividad empresarial ya que se da una media de 2’4 unidades de vivienda por arrendatario y como actividad también dijo que movía empleo: “46% contrata personal para atender los apartamentos; 3 de cada 4 los reforman para dar entrada a esa actividad y el 85% compró mobiliario para alquilarlos”.

La regulación de la actividad es la asignatura pendiente. “3 de cada 4 se informaron de las medidas de regulación y 3 de cada 4 quieren que cuente como actividad”. De momento, “La mitad de las viviendas están dadas de alta como vivienda vacacional” ante una legislación que dificulta este modelo alojativo. Y “hay miedo al cambio”, sentenció el presidente de FEVITUR.

Los datos de Calpe, lo más cercano y turístico, señalan que “un 36% no iría a Calpe si no existiera” esta modalidad; “el 67% de los apartamentos están reformados y el 36% adaptados (¿a qué?); el 86% compró mobiliario y el 61% tiene personal para atenderlos”. En Calpe produjo un impacto económico de 122 millones: 60 millones en alojamiento y 62 millones en actividad comercial en la localidad, señala el informe.

Con todo, la verdad es que existe demanda de un segmento de alojamiento que crece año a año (“21% a nivel nacional y 30% a nivel internacional”). Desde FEVITUR mantienen que conlleva “reparto social de beneficios” y que “es necesario este modelo”, al tiempo que insisten en que “necesita normativa”. Piden facilidades para la evolución de este modelo y señalan que “la competencia crea calidad y el mercado impone soluciones y adaptaciones”. Están convencidos de que como en cualquier modalidad de alojamiento “si no cumples con las expectativas del cliente, éste no vuelve” porque es un alojamiento “ideal, cómodo, hogareños, céntrico y de buena relación calidad/precio”.

El 90% que acude a este modelo son familias que en un 95% de los casos lo contrata en Internet en portales específicos y lo hace, principalmente en verano”.

Bueno, pues como dijo Zubicaray, un trabajo para trabajar. ¿A ver quién le pone el cascabel al tigre? Y, a todo esto (objetivo 1): ¿se comprende el alquiler turístico?
  


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